En mi profundo y largo silencio
calladas me amparan
las tenues luces
de la eterna noche.
Las observo una y otra vez
a través de mi cristal.
Ellas se mudan
se agitan
se mecen
se apagan
pero yo no.
Y le pido a mi alma un esfuerzo mas
y recuerdo a mayo y el olor del mar
otra rosa en tu cristal.
Una plaza sola se llenó de ti.
Fue el recuerdo de tu breve lágrima
al morir el cisne
un momento inmaculado.
Tu y tu mano
tu mi afán por en tu pie ajustar
una zapatilla de cristal.
De cristal son mis letargos
de cristal mi incierto andar
de cristal mis madrugadas, tu calle, tu talle, tu cauce, tu portal
De cristal el mar que nos separa
De cristal mi voluntad.
De cristal esta melancolía de silencio
que se me está clavando en el alma.
De cristal mi amor
De cristal.
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